Y voy a decirte que me quede con
ganas de ti, de tocar todo lo prohibido. Pero, señorita, no sé qué tienes que
haces que con un sólo roce, sin querer o queriendo, ya esté saboreando el mismo
cielo. Cada madrugada recuerdo esos besos tímidos, pero salvajes, desnudándonos
el alma, hablando sin articular palabras.
Y juro que si ahora estuvieras en
esta habitación, estarías encima de mí. Nuestras manos enlazadas, pero sin
olvidar que siempre terminaría en tu cintura, esa maldita cintura. A veces la
amo y otras la odio, por ser tan jodidamente perfecta. Y ahora dime ¿acaso
estas diseñada para mí?
Quiero tantas cosas contigo, pero
la primera es que te sientas extremadamente deseada. Qué entiendas que para mí,
el día que naciste todos los Dioses se pusieron de acuerdo para crear un cuerpo
tan bonito como el que luces. Y es tanta la adrenalina de poderlo tocar en la
oscuridad, sólo se trata de tocar e imaginar. No quiero pensar que sería verlo
y jugar, ver esa sonrisa, esa sonrisa que es mejor que el sexo.
Aráñame, la piel y el alma. Haz todas esas cosas locas
que se te pasen por la cabeza, no tengas miedo a equivocarte, experimentar, por
ti, por mí, por la unión. Y que la cama sea el otro complemento, pero nosotras
seremos solo una.
Joder, ¿eso lo escribes tú hacia alguien? Envidia.
ResponderEliminarNo debes tener envidia, todos somos deseados por alguien siempre, así que no te prives de encontrar a esa persona.
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