domingo, 13 de julio de 2014

Ahora toca coger aguja e hilo.

La chica perfecta, como si creyera serlo o como si pudiera llegarlo a ser. Todas las veces que me autodestruí por complacer a toda esa gente que me golpeaba cuando más débil me encontraba. Me encariñe al dolor de la decepción, acostumbrada a ser la primera, a no fallar pero fallarme.
Nadie notaba el cansancio encima de mis hombros, cada vez más decaída, cada vez más cerca del suelo (como si pudiera besarlo).
¿Dónde estaba mi lugar?
Nadie acudía cuando abrazaba la almohada buscando cariño.
¿Por qué me dejasteis?
Ni se os ocurra buscarme, yo me fui muy lejos,
Lejos de las miradas tristes,
De la compasión,
De la música.

Odiándome por ser la estúpida, la buena (la tonta), la que se traspone. Aun así escuchar los insultos; la hija de puta, la cabrona, la egoísta. Si toda esa gente supiera que me corte mis propias alas para dársela a los demás. Que pasé noches enfrente de una pantalla consolando mientras yo estaba hecha mierda. Clavándome las uñas, los dientes, las palabras y todo para no preocupar. Todo por hacerles felices quitándome mi propia felicidad, viviendo vidas ajenas y olvidando la mía.

Pero eso ya está Soraya, recuerda:

Nunca nadie mirará por ti,
Puedes ser la última mierda.
Tu vida vale mucho más que instantes de sonrisas.
Primero estás tú luego el resto.
Y es jodido, claro que lo es,
Pero es así, para todos y para ti.
Ahora toca coger aguja e hilo y coserse las alas.
Pasar de página y que no corte.
Cambiar de pluma y que la tinta no sea sangre.
VUELA.


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